La terapia de masaje rítmico fue desarrollada por la Dra. Ita Wegman en 1920 con colaboración de la Dra. Margarethe Hauschka, teniendo como base el masaje sueco clásico.
La introducción de los conceptos de la Ciencia Espiritual Antroposofica traidos por Rudolf Steiner, hicieron posible la renovación de esta área terapeutica. La Antroposofia ve al Hombre compuesto por 4 elementos: Tierra, Agua, Aire y Fuego y organiza sus funciones de forma trimembrada con un Sistema Neuro-Sensorial, un Sistema Rítmico y un Sistema Metabolico- Motor.
A través de toques como deslizamientos, amasamiento y malaxación, el masaje rítmico dirije y estimula el organismo hídrico, gaseoso y calórico que son respectivamente portadores de los procesos vitales, anímicos y espirituales.
Con la cualidad rítmica del masaje se apoyan los procesos armonizadores del Sistema Rítmico ( Circulación y Respiración) base de todo proceso curativo en el hombre. Al mismo tiempo se puede actuar en el Sistema Neuro-Sensorial (consciencia y catabolismo) o en el Sistema Metabolico Motor (incosciencia y anabolismo) cuando estas invaden áreas que no les pertenecen generando Enfermedad.
La terapia de Masaje Rítmico es conocida por sus efectos integradores y armonizadores, así como por mejorar la circulación y el drenaje linfático y la eliminación de toxinas, e inducir un placentero estado de relajación y una sensación renovada de bienestar. Puede ser un elemento vital en el tratamiento y control de la mayoría de las enfermedades crónicas, así como en casos de asma, angina de pecho, alteraciones del sueño, alteraciones del aporte de sangre arterial y venosa, jaquecas de diverso tipo, problemas de la columna vertebral y otros problemas musculoesqueléticos, enfermedades autoinmunes, afecciones reumáticas, etc. Los masajes también pueden desempeñar un papel importante en el cuidado de pacientes con cáncer y pueden ser utilizados en el tratamiento de determinados cuadros psiquiátricos, tales como la depresión o las adicciones.