La Arteterapia Antroposófica es una parte fundamental de la medicina integrativa con orientación antroposófica. Se basa en el entrenamiento de una percepción holística del ser humano y en el tratamiento de la persona a través de procesos artísticos y creativos que tienen en cuenta su individualidad y están fundamentados en una relación terapéutica.
El efecto curativo de la creación artística es posible en virtud de que las leyes que entran en juego en la actividad artística también pueden encontrarse en los seres humanos, por ejemplo, como cualidades regenerativas o degenerativas, endurecidas o “sueltas”, estimulantes o calmantes, etc. Cualidades que se encuentran de manera unilateral en los procesos patológicos.
Así pues, activando determinados ámbitos en el paciente, se impulsan fuerzas de autodesarrollo, resiliencia y autosanación, potenciando los recursos creativos para acompañar y superar las crisis y la enfermedad. En este sentido, la Arteterapia Antroposófica alienta a los pacientes a que intervengan activamente y de manera creativa sobre su proceso patológico, y activen así sus recursos curativos para sí mismos. Esta forma de abordar creativamente el propio destino a través del desafío de la enfermedad es un motivo central durante el curso de la terapia artística y es el fundamento para la sanación.
Mediante el uso de colores, tonos, ritmos, superficies, formas, etc., la persona aprende a regular sus tendencias y unilateralidades, y a generar cambios que favorecen su salud. En este sentido, la Arteterapia Antroposófica contribuye a la armonización de los desequilibrios entre las dimensiones fisiológica, psicológica y espiritual del ser humano.
Los fundamentos de la ATA han sido desarrollados desde 1921 hasta el momento presente, y continúan desarrollándose en el contexto de la medicina antroposófica, la pedagogía curativa y la terapia social. Se utilizan en colaboración con profesionales de la salud en el tratamiento ambulatorio y hospitalario, en la recuperación y prevención de enfermedades agudas, crónicas, degenerativas, inflamatorias o escleróticas, y también en pacientes con problemas psicosomáticos, mentales o relativos al desarrollo y la biografía, así como en la medicina intensiva y paliativa.
La base para el entrenamiento como Arteterapeuta Antroposófico es un estudio de las diferentes formas artísticas (dibujo, pintura, escultura) a la luz de una comprensión profunda del ser humano, su actividad creadora y el conocimiento requerido en el campo de la salutogénesis y la patogénesis.