La farmacia o ciencia farmacéutica es una ciencia natural que se ocupa de la composición, la eficacia, el control, la producción, la distribución y uso adecuado de los medicamentos. Combina al mismo tiempo aspectos de otras ciencias naturales, especialmente de la química, la biología y la biotecnología.
La farmacia antroposófica se considera una extensión y un complemento de la ciencia farmacéutica. Ésta se enriquece con la visión antroposófica, que concibe al ser humano de una manera multidimensional, en los ámbitos estructural, vital, relacional y de auto identificación. El ser humano comparte características de cada nivel con la manifestación mineral, vegetal y animal.
Cada uno de estos niveles se relaciona entre sí por medio de tres procesos fundamentales o Tría principia que se hacen evidentes tras una observación detallada de cada fenómeno en el hombre, la naturaleza y el universo.
Dos de estos procesos tienen tendencias polares, por ejemplo, uno busca el centro; el otro, la periferia; y, el tercero, permite la mediación entre ambos. Dichos procesos se encuentran en una alternancia dinámica y continua que genera estados de equilibrio- desequilibrio.
Desde este enfoque, la salud en el hombre es vista como la capacidad de recobrar el centro por una alternancia rítmica de estos procesos fundamentales, apoyada también en las capacidades de autorregulación y transformación propias del ser humano. El predominio o debilitamiento de alguno de los procesos fundamentales, especialmente, de los de tendencia polar, se manifiesta en la pérdida de armonía en los niveles estructurales, de vitalización, relacionales y de auto identificación.
La farmacia antroposófica basada en esta visión ampliada del ser humano concibe a las sustancias como portadoras de procesos, que de ser comprendidos a la luz de los principios fundamentales o tria principia, permiten al farmacéutico hacerse una imagen de la potencia curativa del proceso de formación de una sustancia, y al entrar en colaboración con el médico pueden encontrar la imagen del procesos correspondientes en el ser humano que causan un desequilibrio en sus fuerzas de autocuración.
Es por esta razón que en la farmacia antroposófica el proceso de desarrollo y fabricación tiene gran importancia, más que en ningún otro sistema de salud. Pues en el proceso se refleja la relación entre el ser humano y los reinos mineral, vegetal y animal, de donde son tomadas las materias para la elaboración de los medicamentos.
A fin de comprender esta interrelación y sus consecuencias para la salud, el bienestar, el desequilibrio y la enfermedad, es esencial –tanto para la ciencia natural como para la antroposofía– el conocimiento y la comprensión de la anatomía, la biología, la bioquímica, la fisiología y la patología, así como de la botánica, la mineralogía y los procesos farmacéuticos generales y específicos de la antroposofía.